lunes, 4 de marzo de 2013

Mucha gente parece llenarse la boca "amenazando" a personeros del alto gobierno venezolano, empezando por el desaparecido presidente, con acusaciones ante la Corte Penal Internacional, por hechos de violación de derechos humanos. Pero hasta hace unas semanas, no había precedente del enjuiciamiento de un ex-jefe de estado. Laurent Gbagbo tiene el dudoso honor de ser el primero. A continuación una nota de un blog de The Economist, Baobab, traducida al español para beneficio de mis amigos.


Laurent Gbagbo y la CPI.
Mirando y esperando.
Baobab; The Economist, 4 de Marzo de 2013. Por A. R. en Yopougon.
Antes de su reino de una década como presidente de la Costa de Marfil, Laurent Gbagbo pasó años como profesor de historia. De modo que se debe haber sentido cómodo dictando clase detrás de un atril en la Corte Penal Internacional el 28 de Febrero. La materia – su defensa contra las acusaciones de crímenes de guerra  fue menos cómoda. Las audiencias comenzaron en Febrero para determinar si el Sr. Gbagbo –el primer ex jefe de estado en enfrentar el enjuiciamiento ante la CPI- será juzgado por cargos relacionados con la violencia que estalló cuando sus partidarios se negaron a aceptar la victoria de Alassane Ouattara en las elecciones presidenciales del 2010 en la Costa de Marfil.
El drama del tribunal ha estado notoriamente ausente de las pantallas de televisión de la patria del Sr. Gbagbo. Pero el jueves 28 de Febrero, África 24, un canal francés, transmitió en vivo el día final de alegatos. En Yopougon, un suburbio de clase obrera de Abidjan, la capital comercial, y un bastión pro-Gbagbo, docenas de personas se amontonaron en un pequeño maquis (un restaurante al aire libre) en una estrecha calle lateral, tomando Coca Cola y cerveza Tuborg, para ver al fiscal de lentes comenzar su alegato de cierre. Yopougon fue testigo de algunos de los hechos de violencia post-electoral más feos. En estos días, está firmemente bajo el pulgar de la FRCI, el ejército nacional creado por el Sr. Ouattara. La antigua sede del partido del Sr. Gbagbo está ahora controlada por la FRCI, la cual, según los que viven cerca, la usa para encarcelar prisioneros políticos. Algunos jóvenes miembros de grupos con conexiones con el ex presidente han desaparecido o muerto, dicen. Simplemente llevar puesta una camiseta con la cara del Sr. Gbagbo puede ganarle a uno una fuerte multa –o algo peor.
En el maquis, una veintena de clientes se arman de paciencia mientras la señal de La Haya se corta  varias veces. La conexión se restablece a tiempo para las palabras finales del ex presidente. Unas fuertes vivas ahogan los primeros segundos. El Sr. Gbagbo agasaja a la corte con una clase de historia sobre los orígenes de la disputada elección. La gente no perdía detalle de cada una de sus palabras. Su porte es plácido, pero sus palabras son desafiantes. “La pregunta es: ¿Quién ganó la elección?”, dice frente al rugido colectivo. Sus partidarios disputan la victoria del Sr. Ouattara hace tres años.
El contingente pro-Gbagbo saborea el prospecto de un juicio. Tres jueces determinarán en 60 días si ocurrirá. Es una oportunidad, dicen, para que por fin emerja la verdad. La reconciliación es otra cosa. “No se puede hablar de reconciliación cuando todos los de un lado están en la cárcel, y el otro lado está en el poder,” dice Masseu Emeline, una peluquera. Otros ofrecen oscuras predicciones de revolución y caos inminentes. Casi dos años después de la aparente resolución de la crisis de la Costa de Marfil, las viejas heridas aún supuran. 
ACTUALIZACIÓN al 4/Marzo/2018:
De acuerdo con la información disponible en el sitio del Tribunal Penal Internacional (ICC, por sus siglas en inglés), el Sr. Gbagbo continúa preso (desde el 11/Abril/2011) "bajo custodia del Tribunal", mientras se desarrolla su juicio por crímenes de lesa humanidad; a saber: asesinato, violación, otros actos inhumanos y persecución. El 11 de Marzo de 2015, la Sala del Tribunal otorgó el pedido de la Fiscalía de unir el caso de Gbagbo con el de Charles Blé Goudé, un activista militante y mano derecha de Gbagbo durante la crisis post-electoral. El juicio se abrió el 29 de Enero de 2016, y los acusados se declararon "no culpables". El estado actual de la causa es: "El juicio continúa."