jueves, 18 de agosto de 2016

FT VIEW: LOS PROBLEMAS DE VENEZUELA YA NO SE PUEDEN IGNORAR

FT VIEW [LA VISIÓN DEL FINANCIAL TIMES]
18 de Agosto de 2016 7:05 PM BST
LOS PROBLEMAS DE VENEZUELA YA NO SE PUEDEN IGNORAR
Sus múltiples crisis se vuelven cada vez más problemas internacionales
Terrorismo, acuerdos comerciales “injustos” e inmigración. Pocos asuntos de política internacional han tenido un papel en la elección presidencial de los EEUU. Uno que podría definirla, sin embargo, ha pasado sin mención: Venezuela. El país ha sido por mucho tiempo un perro dormido que los vecinos han preferido dejar echado. Eso puede que no sea posible por mucho más tiempo. Cada vez más, las múltiples crisis del país se vuelven problemas internacionales.
Este mes, en escenas que recuerdan la caída del Muro de Berlín, unos 130.000 venezolanos inundaron la frontera previamente cerrada con Colombia para comprar bienes de primera necesidad, tales como comida y medicinas, que no podían encontrar en casa. El número de venezolanos solicitantes de asilo se ha disparado. Las solicitudes a los EEUU se han duplicado desde el año pasado; para Mayo, Brasil y Guyana informaban sobre deportaciones de  refugiados venezolanos buscando comida.
Mientras tanto, la malaria ha reaparecido luego de que Venezuela fuese el primer país en erradicarla de áreas pobladas, en 1961.  Es posible que aparezcan otras enfermedades, amenazando la salud pública regional. También está el rol de Venezuela como un conducto para las drogas ilegales contrabandeadas al norte hacia los EEUU, al este hacia Brasil, África y de allí a Europa.
La respuesta usual de Caracas a las críticas es negar el problema o echarle la culpa a alguien más. Ban Ki-moon, el Secretario General de las Naciones Unidas, dijo este mes que estaba “muy preocupado” por la naciente “crisis humanitaria” de Venezuela, causada por la “inestabilidad política”. En respuesta, el embajador venezolano ante las Naciones Unidas dijo que la descripción del problema era “extraña” y cuestionó la información del Sr. Ban. Aún más recientemente, Argentina, Brasil y Paraguay bloquearon a Venezuela de la presidencia rotativa del grupo comercial regional Mercosur. Como lo expresó el ministro del Exterior de Brasil: “Venezuela no se puede cuidar ni ella misma.” La respuesta característica del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue que Mercosur había sido tomado en un “golpe de estado de la derecha.”
El país necesita un nuevo gobierno pronto, y ciertamente antes de las elecciones de 2018. Afortunadamente, hay un proceso constitucional que podría acelerar el cambio: el llamado referendo revocatorio. El Sr. Maduro se ha resistido naturalmente a esta iniciativa de la oposición que podría desalojarlo del cargo. Sin embargo, aunque las autoridades que él controla han entorpecido el proceso, no lo han matado. Esto es un testimonio de la mala posición del Sr. Maduro hasta entre los chavistas que el dice representar. Una encuesta de Julio reveló que solo 7 por ciento de ellos quieren reelegirlo.
La salida del Sr. Maduro es por lo tanto inevitable; casi todos quieren que se vaya. La gran pregunta es cómo sucederá. Si el referéndum se celebra antes del 10 de Enero, se llamará a nuevas elecciones. Esto es lo que la oposición y los países más grandes del hemisferio quieren. Si la votación se celebra más tarde, el vicepresidente del Sr. Maduro completará el periodo. Los eventos pueden precipitar el cambio más temprano. La oposición planifica una manifestación masiva para el 1º de Septiembre. Como en el pasado, agentes sin escrúpulos de ambos bandos podrían trastornar la marcha. ¿Podría el ejército o la guardia nacional disparar sobre los civiles para restaurar el orden? Es posible. Y, si lo hacen, ¿cuál será la respuesta internacional?
La sangre en Caracas podría desviar el debate en la elección de los EEUU. Más importante aún, podría requerir una respuesta latinoamericana activa. Unasur, el órgano regional que está tratando de intermediar en conversaciones entre la oposición y el gobierno, es el candidato obvio – a pesar de que cualquier participación venezolana más profunda podría marcar una ironía terrible. Hugo Chávez, el mentor del Sr. Maduro, proclamó al grupo como “el blindaje contra la barbarie” de Sur América cuando fue su cofundador hace 12 años. A menos que la comunidad internacional pueda ayudar a aliviar la trágica situación venezolana, esas pueden resultar sus palabras más ciertas.