Tomé y traduje el siguiente texto de un bloguero que se encuentra en Teherán, la capital de Irán, publicado en "The Lede", que comenta sobre lo que está pasando en su país después de los anuncios de victoria electoral tanto del presidente en funciones, Ahmadinejad, como del principal opositor, Mousavi. La foto es del Tehran Bureau. Parece que en Irán los votos los cuenta el ministerio del interior, que como en cualquier país responde al presidente. ¿Qué pasaría en las próximas elecciones presidenciales si el responsable de contar los votos fuese el ministro El Aisami? Bueno, parece que eso mismo pasó ayer en Irán.
En todo caso, lo mas llamativo es lo parecido que suenan todas estas protestas a las que se produjeron "mas cerca de casa", con motivo de otras votaciones. Uds. juzguen por sí mismos:
Luego de cuatro años, los no-votantes silenciosos se convencieron que si votaban esta vez la diferencia entre los votos reformistas y los votos conservadores sería tan grande que el régimen no se atrevería a hacer trampa. Desgraciadamente, se equivocaron (incluyéndome a mí, que voté por primera vez en 30 años). Este régimen ha decidido continuar gobernando sin ningún cambio. En Irán, a pesar de lo que leo en algunos comentarios, no hay democracia. Hay solo una ESPERANZA de democracia y esta esperanza fue lo que llevó a la gente a votar. La estructura política es tal que todas esas esperanzas son solo ilusiones.
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