martes, 22 de diciembre de 2015

El estado venezolano va de mal a peor

Casi nunca abro el FT. Hoy, por casualidad, lo abrí y me encontré con el artículo que sigue, que traduje para mis amigos que prefieren leer en español. Lo importante aquí no es el hecho de que FT haya expresado su opinión sobre Venezuela, insistiendo en la necesidad de acuerdos que permitan enfrentar la crisis que empeora todos los días. Probablemente, ya la abrumadora mayoría de los que vivimos en Venezuela sabe esto. Lo que hay que rescatar es que mucha gente en todo el planeta leerá este artículo (¡la versión original, claro!) y se dará cuenta de: a) la vergonzosa actitud de la mayoría de los países de la región frente a nuestro caso; b) la posibilidad cierta de una crisis humanitaria a muy corto plazo (si no es que ya la podemos calificar como tal); c) la inviabilidad del gobierno actual, sin cambios de política sustanciales, que acarrea problemas a los demás países cercanos, sea por geografía (Colombia, Ecuador, Brasil, Panamá, y más allá Argentina, Chile, Uruguay), o por otros lazos (EEUU, España, Portugal, Italia y algunos otros países europeos en menor medida). Nótese que no creo que el gobierno actual llame a negociaciones de ninguna clase a la oposición. ¡Feliz lectura!

La Opinión del FT, 20 de Diciembre de 2015, 1:13 PM.

El estado venezolano va de mal a peor

Esta parodia de gobierno debe ser llamado a rendir cuentas

Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, figura entre los líderes más bestiales del mundo. Este mes, su partido Socialista gobernante sufrió su peor derrota electoral en 17 años, gracias a una crisis nacional marcada por una inflación de tres dígitos, la escasez de alimentos y una violencia creciendo en espiral.
El voto llevó a la oposición a ganar con una súper-mayoría de dos tercios en la Asamblea Nacional; en teoría, ahora puede desafiar a la administración del Sr. Maduro y legislar políticas para evitar que el país caiga más por el barranco. La respuesta del gobierno sigue siendo descaradamente ignorante. “Deja que los perros sigan ladrando,” como dijo Diosdado Cabello, el segundo hombre más poderoso de Venezuela.
Tristemente, la intransigencia y la criminalidad parecen ser típicas del gobierno del Sr. Maduro. Varios altos funcionarios están bajo investigación por las autoridades de los EEUU por tráfico de drogas. Un lucrativo negocio de contrabando de gasolina, mayormente manejado por los militares, se estima que vale unos $4 mil millones por año. Cualquier inclinación hacia la anarquía de la administración se revela ahora, en rehusarse a reconocer lo que significa su derrota electoral.
En lugar de oír a los votantes, el Sr. Maduro ha respondido con espíritu vengativo y subversión de la democracia. Ha amenazado con castigar a los antiguos seguidores por votar por la oposición. Antes de la reapertura de la Asamblea Nacional el 5 de Enero, ha amontonado jueces en la Corte Suprema que pueden anular su legislación. Ha anunciado la creación de un parlamento “comunal” paralelo que usurpará el rol de la asamblea. Ha prometido profundizar la así llamada Revolución Bolivariana y sus políticas obviamente fracasadas. “Rebelión, rebelión, rebelión,” como ha dicho el Sr. Maduro.
Algo de esto es mero teatro político. Como Donald Trump en los EEUU, el chavismo toma a los insultos y la confrontación como los principios cardinales. Aún así, el Sr. Maduro ha respondido a la derrota en la peor forma posible, rociando culpa por los problemas del país sobre todos menos él mismo.
Esta no es la gran “batalla ideológica” que él pretende que sea. Cuando Jorge Giordani, un ministro de gabinete marxista en el gobierno de Hugo Chávez, criticó a la administración por su incompetencia y sus facciones, fue perseguido por títeres del gobierno. Más bien, estas son las movidas de un estado y sus compinches que ven las señales escritas en la pared.
La comunidad internacional ha permanecido muda sobre los fracasos de Venezuela por demasiado tiempo. Excepto por los EEUU, el resto del mundo ha preferido dejar al Sr. Maduro solo, sea por una corrección política mal entendida debido a sus políticas sociales, o por deferencia a sus reservas petroleras, mayores que las de Arabia Saudita.
Ese silencio se ha vuelto ensordecedor, según empeora la crisis venezolana. Su economía depende del precio del petróleo, que continúa cayendo. Hay una escasez severa de bienes de primera necesidad. La hiperinflación es una posibilidad real. Hay un auténtico riesgo de una crisis humanitaria.
A pesar de su odio mutuo, es difícil creer que los moderados de todo el espectro político no se puedan sentar a forjar políticas para enfrentar la crisis.
Para ayudarlos, los aliados tradicionales de Venezuela, tales como Cuba, Brasil y Bolivia, necesitan empujar a los duros del gobierno a la mesa de negociaciones. Eso está en el mejor interés de esos gobiernos, pues una Venezuela en llamas solo disminuirá su propia posición. Lo mismo vale para los aliados internacionales de la oposición.

A menos que haya cohabitación, cooperación y los comienzos de una coalición, la triste comedia de Venezuela se volverá una tragedia. El riesgo es que aparezca una mancha vergonzosa en la región que se ha jactado de su manifiesta creencia en la democracia.

jueves, 20 de agosto de 2015

“Si Venezuela implosiona, ¿estarán listos sus vecinos?”

Otra vez, Venezuela sale en las noticias más ampliamente circuladas en el mundo. Ayer, aparecimos en el editorial de Bloomberg View. Traduje el artículo para beneficio de mis amigos que prefieren leer en español.

Bloomberg View
Latin America

“Si Venezuela implosiona, ¿estarán listos sus vecinos?”

19 de Agosto, 2015 10:16 AM EDT
Por los Editores

Venezuela se desliza hacia una crisis humanitaria. Las noticias de su última caída económica, o del último berrinche político del Presidente Nicolás Maduro, tienden a eclipsar este desastre en cámara lenta. Sin embargo, el peligro de una implosión venezolana va en aumento.
Quizás no esté al tanto de que Venezuela tiene la tasa de inflación más alta del mundo, una moneda colapsada y todas las probabilidades de incumplir el pago de sus deudas el año que viene. Puede que haya leído sobre la escasez de productos de consumo (de todo desde leche y pan hasta cerveza y condones), y del esfuerzo que se requiere para obtener moneda dura (secuestrar perros de raza para venderlos en Brasil es una forma).
Hay algunas cosas que podría haber pasado por alto. En el país con las reservas de petróleo más grandes del mundo, los pacientes trasplantados han recurrido a medicinas veterinarias para mantenerse vivos. Los coagulantes para tratar la hemofilia sólo están disponibles para emergencias. Se dificulta conseguir medicinas de toda clase fuera de las ciudades. La malaria y el dengue van en aumento; igualmente, la desnutrición, aunque el gobierno dejó de publicar los boletines epidemiológicos semanales el pasado mes de Noviembre y niega que miles de doctores estén renunciando y emigrando.
Cada día, los venezolanos forman colas frente a tiendas casi vacías. El 31 de Julio, un hombre fue muerto y varias docenas de personas arrestadas en San Félix, mientras consumidores iracundos saqueaban supermercados y atacaban a vehículos del estado. El potencial de rupturas más frecuentes y mortales del orden público es evidente, especialmente ahora que Maduro ha aumentado sus asaltos militares contra “acaparadores” que acumulan bienes “de contrabando”.
Los venezolanos que ponen sus esperanzas en las elecciones parlamentarias de Diciembre probablemente se desilusionarán. Importantes políticos opositores han sido encarcelados o descalificados para las elecciones. Maduro ha prometido excluir monitores [electorales] de la Unión Europea o de la Organización de Estados Americanos. Ha dicho que rehusará aceptar la derrota del partido de gobierno. La oposición lleva la ventaja en las encuestas, pero está dividida.
Arreglar la economía de Venezuela requerirá medidas – terminar los subsidios a los combustibles y los controles de precios, liberar las tasas de cambio, cortar el gasto público – que serán dolorosas por que han sido retrasadas tanto tiempo. Un programa así llama a la cooperación política, no a la creciente represión a la que está recurriendo Maduro.
Los vecinos de Venezuela tienen un interés especial en evitar este desastre. Brasil y Colombia están siendo distraídos por sus propios problemas, pero difícilmente pueden permitirse ignorar el alboroto en sus fronteras – especialmente cuando Maduro usa las disputas territoriales para agitar el fervor nacionalista. Desde fuera de la región, China ha financiado la prodigalidad venezolana con más de $50 mil millones en préstamos que encierran suministros de petróleo y tratos preferenciales; también debería querer mantener a su deudora alejada del borde del abismo.
Hay un límite a lo que pueden hacer los de afuera. Pero los grandes vecinos y los prestamistas tienen influencia y debería empezar a ejercerla. El mes pasado, las Naciones Unidas llamaron la atención de Venezuela, por su uso de detenciones preventivas, abusos de los derechos humanos, censura y retaliación contra los que llevan quejas a las UN. La OEA debería mantener la presión para enviar monitores electorales y debería considerar la evaluación de las condiciones políticas venezolanas de acuerdo a la Carta Democrática Inter-Americana.
Los EEUU, mientras tanto, debería intentar un poco de diplomacia creativa. La administración Obama puede usar su apertura con Cuba, y su próxima reunión con el Presidente chino Xi Jinping, para presionar a ambos países para que insistan en mejorar la conducta de Venezuela. Podría también intensificar sus propias insinuaciones a Maduro. En verdad, le ha dado pocas razones a los EEUU para levantar las sanciones y prohibiciones de viaje que puso correctamente a un puñado de funcionarios venezolanos. Deberían mantenerse – con una lista de objetivos más amplia en reserva.

Al mismo tiempo, los EEUU deberían ofrecer una asistencia humanitaria generosa al pueblo de Venezuela – suministros muy necesarios de medicinas, leche en polvo y otros alimentos básicos. Su disputa es con los gobernantes venezolanos, no con sus víctimas.

martes, 11 de agosto de 2015

5 Cosas que saber sobre la devaluación de la moneda china

Tengo la impresión de que desde 2008, la economía global ha tenido graves problemas, que quizás se sienten como si la recesión no hubiera terminado. Me imagino que la década de los años treinta se sentía así como ahora. Para añadir detalles a esta imagen, me parece que es pertinente el siguiente artículo de ayer (10 de Agosto de 2015, 11:57 PM) de Carlos Tejada del The Wall Street Journal.
Me tomé la libertad de traducirlo, para mis amigos que prefieren leer en español.

The Wall Street Journal

5 Cosas que saber sobre la devaluación de la moneda china

Por: Carlos Tejada 10 de Agosto de 2015, 11:57 PM

China devaluó su moneda el martes en una forma que la deja 1.9% más débil comparada con el dólar estadounidense. La movida probablemente tendrá un efecto dominó a través de los mercados financieros, además de los efectos políticos, pues China es el comerciante más grande del mundo y el yuan cada vez se usa más en el exterior. A continuación están las cinco cosas que Ud. necesita saber sobre la última movida de Pekín.


  1. ¿Qué hizo China? 
    China controla herméticamente el valor de su moneda, estableciendo una tasa de cambio diaria entre el yuan y el dólar. En el mercado interno chino, se permite que los comerciantes empujen el valor del  yuan 2% hacia arriba o hacia abajo cada día. Pero el Banco Popular de China a menudo ignora esas señales del mercado, cuando establece la tasa de cambio del día siguiente, subiendo a veces el valor del yuan cuando el mercado está dando señales de que percibe al yuan más débil. El banco central chino declaró que ahora tomará en cuenta las transacciones del día anterior – y atribuye esa movida a la fuerte caída del yuan del martes.
  2. ¿Por qué lo hizo? 
    En su declaración, el BPC dijo que desea poner al yuan más en línea con el mercado. Pero la movida ocurre cuando el importante sector exportador chino se ha debilitado – y el crecimiento global de la economía china parece lento. El pasado fin de semana, los funcionarios de la aduana china declararon que las exportaciones de Julio cayeron 8,3%, comparadas con Julio del año pasado. Una moneda más débil ayudaría a China a vender sus productos en el exterior.
  3. ¿Qué significa esto para el resto del mundo?
    El efecto más inmediato es que le da señales al mundo de que Pekín piensa que la economía china está tosiendo. La movida sugiere que China está buscando formas de lograr que arranque de nuevo. Pero también tiene implicaciones para los EEUU y los otros países que comercian con China, porque pone a sus compañías en desventaja. En los EEUU, probablemente encienda otra vez la crítica de que Pekín mantiene s moneda artificialmente baja para ayudar a sus propios fabricantes – una acusación que podría tener un ímpetu adicional durante la campaña electoral presidencial.
  4. ¿Qué significa esto para los mercados? 
    Esta movida presiona a los demás bancos centrales del mundo para que empujen a sus monedas hacia abajo, para ayudar a sus propios exportadores y evitar los flujos de capital desestabilizadores. La movida podría lastimar a los mercados de materias primas (“commodities”), porque da señales de una débil demanda potencial de China. También podría acelerar las salidas de capital de China, especialmente si los inversores creen que habrá más devaluaciones.
  5. ¿Qué viene ahora? 
    Esta movida podría añadir a las tensiones antes de la visita a los EEUU del presidente chino Xi Jinping, y sus reuniones con el presidente Barack Obama, que está programada para fines de Septiembre. También podría complicar los esfuerzos chinos para lograr que el  yuan sea añadido a una cesta de monedas seguida por el Fondo Monetario Internacional – unos esfuerzos dirigidos a darle mayor aceptación al yuan en el exterior. A más largo plazo, esta movida hace dudar sobre el compromiso de Pekín de liberalizar su economía. Por una parte, hacer que el yuan esté más orientado por el mercado es un paso en esa dirección. Pero esta movida también parece diseñada para ayudar a los exportadores, en un momento en que China busca otras fuentes de crecimiento, más confiables. 


viernes, 7 de agosto de 2015

Editorial: VENEZUELA TRATA DE SILENCIAR A LOS CRÍTICOS

Publico este editorial para mostrar que hay otra gente que está pensando lo  mismo que la mayoría de nosotros: están jugando con fuego, y no tienen idea de cómo va a terminar.

International New York Times

Las Páginas de Opinión | Editorial

VENEZUELA TRATA DE SILENCIAR A LOS CRÍTICOS

Por la Junta Editorial                      7 de agosto de 2015

Las encuestas sugieren que el partido político del Presidente Nicolás Maduro de Venezuela podría recibir una paliza en las elecciones legislativas en diciembre. Estaría abundantemente merecido, para un partido gobernante que ha administrado mal la economía de la nación petrolera, disparando una creciente inflación y escasez de alimentos. Sin embargo, está en duda si la oposición podrá competir limpiamente. El lunes, unos funcionarios oficiales en Venezuela anunciaron que una líder opositora, María Corina Machado, será excluida de participar, junto con un puñado de otros críticos del gobierno. Otro líder de oposición, Leopoldo López, ha estado encarcelado desde febrero de 2014, enfrentando acusaciones falsas.
La acción contra ellos es indignante. Los líderes de oposición han ofrecido ideas sensatas para comenzar a enfrentar los monumentales problemas del país. En días recientes, unos políticos críticos del Sr. Maduro han dado pasos para unirse, lo que podría fortalecer un movimiento opositor que ha estado acosado por las divisiones en el pasado. Se debería permitir que los votantes consideren si ellos representan una mejor opción que el Partido Socialista Unido del Sr. Maduro.
Los Estados Unidos le han pedido al Consejo Nacional Electoral de Venezuela y al contralor general del país que le permitan a la Sra. Machado y a los otros candidatos excluidos aparecer en el tarjetón el 6 de diciembre. “Estas decisiones claramente tienen la intención de complicar la capacidad de la oposición de presentar candidatos para las elecciones legislativas y limitar la gama de candidatos que se pueden presentar al pueblo venezolano”, dijo el Departamento de Estado.
La Sra. Machado fue uno de los líderes de las protestas de calle a comienzos de 2014 que fueron aplastadas por las autoridades. A fines del año pasado, la principal fiscal de Venezuela presentó cargos contra ella por supuestamente conspirar para asesinar al Sr. Maduro. Como las acusaciones contra el Sr. López, los cargos contra la Sra. Machado son ridículos. Los líderes de la oposición se han abstenido de respaldar actos violentos.

La Sra. Machado ha ofrecido una candidata sustituta para la elección en diciembre, pero ha prometido continuar tratando de ser electa. Los líderes latinoamericanos deberían insistir en que se le permita participar. Dejar que el Sr. Maduro debilite a sus rivales antes de la elección podría aumentar las probabilidades de que no vean más opción que tomar las calles nuevamente. Una nueva ronda de manifestaciones podría desestabilizar más a un país ya enturbiado por una crisis económica. 

lunes, 3 de agosto de 2015

Extracto de la entrevista a Adalber Salas

Extracto de la entrevista a Adalber Salas, escritor venezolano de 27 años, ganador del premio de poesía Arcipreste de Hita con su libro “Salvoconducto”. 

(TalCual, 31/JUL-6/AGO/2015)

- ¿Hasta qué punto  lo ha marcado el hecho de haber nacido en una Venezuela que hoy parece derrumbarse?


Me ha marcado de manera definitiva. Haber nacido en la Venezuela de finales del siglo XX determinó mi manera de leer no sólo la historia del país –o del mundo- sino también mi modo de acercarme a los vínculos interpersonales, así como a las nociones de poder, verdad, justicia, derecho. Ha sido una “mala educación”: me ha enseñado que no hay derecho que sea inalienable, que no hay Estado que no albergue pretensiones excesivas, que no hay institución que no esté dispuesta a sacrificar a los individuos que la componen. Me ha enseñado que el poder sólo busca perpetuarse. Crecer en un país donde la impunidad es regla general me ha permitido comprender la noción de ley desde una perspectiva que me hubiera estado vedada si hubiera recibido una “buena educación”. Me crié en un contexto que, en sus prácticas, pone en evidencia que el estado de derecho es una ficción. Pero, creo, es una ficción que debemos defender. Estoy convencido de que haber nacido en una Venezuela del desgaste y el derrumbe, signada por movimientos migratorios importantes y una familiaridad dolorosa con el desarraigo, le permitirá a mi generación, si sabe aprovecharlo, tener la oportunidad de construir un país más lúcido, más escéptico, más desengañado, consciente del alcance de la ambición, de las tentaciones de la corrupción, de los manejos del poder.

miércoles, 22 de julio de 2015

Un Hito para la Justicia en África

A veces, leemos noticias que nos traen una brisa fresca, y parece que algunos problemas "intratables" que sufrimos pueden llegar a resolverse. Uno de esos problemas nuestros es la impunidad de todo tipo de crímenes, provocada por una política de estado de proteger al hampa y deshacer la poca institucionalidad de la justicia, y especialmente de la justicia penal, en Venezuela. Este editorial del NYT es una de esas noticias. Disfrutemos esa brisa.

Editorial, The New York Times, 22 de julio de 2015.
(Traducido por Max Flint. Negritas del  traductor).

El lunes comenzó un juicio que marca un punto de inflexión, que podría significar una nueva era de justicia y responsabilidad en África. El ex presidente de Chad, Hissène Habré, sera juzgado por las atrocidades cometidas durante su mandato en un nuevo tribunal, establecido en Senegal bajo el principio legal de la jurisdicción universal sobre crímenes de lesa humanidad.
Una comisión de la verdad en Chad determinó que más de 40.000 personas fueron asesinadas y miles más torturadas, durante los ocho años del régimen del Sr. Habré, que terminó con su derrocamiento en 1990.
Esta es la primera vez que un tribunal en un país juzgará al ex líder de otro país por supuestos crímenes de lesa humanidad. Las víctimas en Chad y sus defensores lucharon por más de dos décadas para superar una serie de obstáculos legales, incluyendo las demoras de los tribunales de Chad y la renuencia de Senegal, donde se había refugiado el Sr. Habré, a extraditarlo a Bélgica, donde un juez emitió una orden para su arresto en 2005.
En 2012, luego de que un nuevo gobierno fue electo en Senegal, el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya ordenó a Senegal que juzgara al Sr. Habré o lo enviara a Bélgica. En 2013, el Sr. Habré fue finalmente arrestado en Senegal, y juntos, Senegal y la Unión Africana crearon el nuevo Tribunal Extraordinario Africano donde se ventilará el juicio del Sr. Habré. A pesar de que el juicio fue suspendido al día siguiente de haber empezado, para permitir que los abogados del Sr. Habré, nombrados por el tribunal, prepararan su defensa, se reiniciará en Septiembre y se espera que dure varios meses.
El Sr. Habré no vino calladamente a su primer día de rendición de cuentas –tuvo que ser sacado apresuradamente del tribunal luego que sus simpatizantes y él comenzaran a gritar protestas- y los defensores de la justicia en Chad han sido sometidos a una intimidación incesante. La abogada chadiana Jacqueline Moudeina, quien tuvo un rol crucial para acusar al Sr. Habré, sobrevivió a duras penas un ataque con granadas en Chad en 2001.
Sin embargo, los acusadores del Sr. Habré han tenido aliados importantes. Las organizaciones de defensores de los derechos humanos, especialmente Human Rights Watch, ayudaron a recolectar pruebas críticas y a lograr la concientización internacional. Chad, la Unión Europea, la Unión Africana, los Estados Unidos, Francia y otros países europeos contribuyeron a financiar el nuevo tribunal.
Este es un momento transformador para la justicia en África, y el público podrá ser testigo de primera mano. Se transmitirán extractos de las actuaciones por la televisión y la radio en Chad. El juicio no solo arrojará una muy necesaria luz sobre un capítulo brutal en la historia del país; también enviará un mensaje importante a los dictadores del continente: los regímenes asesinos no quedarán impunes.

viernes, 17 de julio de 2015

El Esequibo también se arregla votando

Ahora que el Presidente nos ha demostrado que está convencido de que el Esequibo es nuestro, cosa que no había evidenciado en sus largos años de canciller, la pregunta que cabe es: ¿cómo se arregla la cuestión del Esequibo?
No me refiero a los asuntos legales, las discusiones en ilustres sedes, en La Haya, Berna, París, Londres o Nueva York. Me refiero a los asuntos previos, lo que tenemos que hacer y disponer en Venezuela, para llegar a esas discusiones y un arreglo satisfactorio de la cuestión. Por supuesto, lo que sigue no es muy original, pues lo he oído en la radio varias veces, explicado por ex embajadores de distinguida participación en la diplomacia criolla.
El primer paso está dado: el presidente dijo lo que tenía que decir. Ahora falta quién se va a encargar del asunto. Para eso, haría bien encargar un canciller nuevo, que entienda de este tema a profundidad. Su trabajo sería supervisar los trabajos, que alguien más debe llevar adelante –por la simple razón de que nuestro canciller tiene que ocuparse de toda la diplomacia nacional, no solamente de la que atañe a nuestra frontera oriental.
Luego, hace falta un “ministro plenipotenciario” responsable de todo lo que se haga en este asunto, es el verdadero “jefe”. Como cualquier jefe que se respete, tiene que designar, junto con su propio jefe –el canciller- y el jefe de su jefe –el presidente- a los miembros de su “equipo de trabajo”. Ellos tienen que incluir: alguien que sepa sobre la historia de este asunto, con lujo de detalles sobre los aspectos legales, los diferentes acuerdos a los que ha llegado la República y que forman el marco en el cual se desarrollarán las discusiones y negociaciones con la contraparte y los demás países afectados, aún muy indirectamente, por el resultado posible de esta acción. Alguien que conozca las posiciones mantenidas por el CARICOM, los países de UNASUR y MERCOSUR, los vecinos de América del Norte, los diferentes miembros del Commonwealth británico, y paremos de contar. Hace falta quien sepa de geografía, otros que sepan de la geología del área en cuestión, marina y en tierra firme. Hace falta un especialista en la sociología de las poblaciones involucradas, y de sus distintas posiciones, inclinaciones y opiniones. Hace falta quien plantee cómo será el futuro del Esequibo como parte de un país mucho más grande, complejo, hasta más rico que el que actualmente detenta la posesión del terreno. Y esto último tendrá que ser el trabajo de unos cuantos, no de uno solo.
Y también hace falta un “consejo” de asesores, ilustres expertos, que aconseje a los que hacen el trabajo de hormiguita.
Esto introduce la idea de lo que pasa en las Malvinas –como dice mi amigo Aníbal-, donde le preguntan a los pobladores si quieren ser argentinos y la respuesta unánime es: ¡Zape! Cuando pongamos a nuestro país al menos a la par de Chile –no quiero exagerar y pretender alcanzar de un brinco a Singapur- los mismos habitantes de Guyana van a reclamar en las instancias internacionales que ellos son también parte de Venezuela.

Las probabilidades de conformar un equipo así, de desarrollar un país así, de preparar un plan como el indicado para ese territorio, con este gobierno son cero. Eso es imposible,  y ha sido demostrado una y otra vez. Por eso, para lograr recuperar el Esequibo hay que votar, y votar bien. 

jueves, 9 de julio de 2015

Un dolor en las Atenas

Esta traducción es una pequeña contribución más a entender lo que pasa en Grecia, y lo que puede pasar en el futuro inmediato.

FOREIGN AFFAIRS [RELACIONES EXTERIORES]
Publicado por el Consejo sobre Relaciones Exteriores
Martes, 7 de Julio de 2015.

Un dolor en las Atenas

Por qué Grecia no tiene la culpa de la Crisis

Por Mark Blyth
Mark Blyth es Profesor de Economía Política Eastman en la Universidad Brown
[Traducido por Max Flint]

Cuando el partido anti-austeridad Syriza llegó al poder en Grecia en Enero del 2015, Cornel Ban y yo escribimos en un artículo en Foreign Affairs que, en algún momento, Europa tendría que encarar a un Alexis Tsipras, el líder del partido y primer ministro griego, “porque sólo hasta cierto punto, uno puede pedirle a la gente que vote por el empobrecimiento hoy basado en promesas de un mañana mejor que nunca llega.” A pesar de los intentos del eurogrupo, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional desde Febrero de 2015, de sermonear a Grecia para que aceptase aún más austeridad, los griegos votaron otra vez por el “no”, por un margen aún mayor que el que obtuvo Syriza. Así que el partido va por ahora democracia 2, austeridad 0. Pero, ¿qué ahora? Para responder esa pregunta, necesitamos estar claros sobre qué es esta crisis y qué no es. Sorprendentemente, a pesar del incesante comentario moralista perezoso en contrario, Grecia ha tenido muy poco que ver con la crisis que lleva su nombre. Para ver por qué, lo mejor es seguir el dinero – y a los que lo llevan al banco.
Las raíces de la crisis yacen muy lejos de Grecia; yacen en la arquitectura de la banca europea. Cuando nació el Euro en 1999, los griegos no sólo pudieron pedir prestado como los alemanes, los bancos de todos pudieron dar y tomar prestado en lo que efectivamente era una divisa extranjera barata. Y con tasas súper-bajas, los países clamaban por entrar en el Euro, y con un boom de crédito en todo el continente en marcha, tenía sentido que los bancos nacionales expandieran el crédito privado hasta donde llegara el Euro.
De  modo que la huella de los activos de los bancos europeos (los préstamos y otros activos) se expandió masivamente durante la primera década del Euro, especialmente en la periferia de Europa. De hecho, de acuerdo con el Banco de Pagos Internacionales, para el 2010 cuando estalló la crisis, los bancos franceses tenían el equivalente de casi 465 millardos de Euros en los llamados activos periféricos deteriorados, mientras que los bancos alemanes tenían 493 millardos de Euros en sus libros. Sólo una pequeña parte de esos activos deteriorados era griega, y ahí está la cuestión: Grecia representaba el dos por ciento de la eurozona en el 2010, y el déficit del presupuesto revisado de Grecia ese año era del 15% del PTB del país – eso es 0,3 por ciento de la economía de la eurozona. En otras palabras, el déficit griego era un error de redondeo, no una razón para entrar en pánico. A menos, por supuesto, que los que tenían deuda griega, esos grandes bancos en el centro de la eurozona, hubiesen, en la década anterior, crecido al doble del tamaño (en términos de activos) de – y con tasas de apalancamiento operacional (activos divididos entre pasivos) el doble de grandes de – sus contrapartidas estadounidenses “demasiado grandes para quebrar”, como lo habían hecho. En un mundo tan sobre-apalancado, si Grecia dejaba de pagar, esos bancos hubieran tenido que vender otros activos soberanos similares para cubrir las pérdidas. Pero todas esas órdenes de venta reventando a la vez en el mercado podrían disparar una corrida bancaria a través de los mercados de bonos de la eurozona que podría borrar a los principales bancos europeos.
Claramente, se tenía que hacer algo para parar la pudrición, y ese algo fue el programa de la troika para Grecia, el cual tuvo éxito en parar la corrida bancaria del mercado de bonos – manteniendo a los griegos dentro y los rendimientos bajos – al costo de dejar sin empleo a una cuarta parte de los griegos y de destruir un tercio del PTB del país. Consecuentemente, Grecia ahora representa sólo el 1,7 por ciento de la eurozona, y el punto muerto en que se ha pasado los meses recientes ha tratado sobre mezclas de impuestos y gastos de unos pocos miles de millones de Euros. Por qué, entonces, no hay trato para Grecia, especialmente cuando las investigaciones del propio FMI han dicho que estas políticas son, en el mejor caso, contraproducentes, y ¿cómo se las ha arreglado una economía tan pequeña para generar tal amenaza mortal para el Euro?
Parte de la historia, como escribimos en Enero, era el riesgo político que representaba Syriza, que amenazaba con envalentonar a otras coaliciones anti-acreedores a través de Europa, tales como Podemos en España. Pero otra parte yace en lo que las élites europeas enterraron profundamente dentro de los supuestos rescates de Grecia. A saber, los rescates no eran en absoluto para Grecia. Eran rescates-a-escondidas para los grandes bancos de Europa, y los contribuyentes en los países principales ahora están atascados con la cuenta, puesto que los griegos se rehúsan a pagar. Este es el juego escondido que yace en el centro de la decisión griega de decir que “no” y la incapacidad de Europa de resolver el problema.
A Grecia le han dado dos rescates. El primero duró desde Mayo del 2010 hasta Junio de 2013 y consistió de un Acuerdo de Crédito Contingente [Stand-By] de 30 mil millones de Euros del FMI y 80 mil millones de Euros en préstamos bilaterales de otros gobiernos de la UE. El segundo duró desde el año 2012 hasta fines del 2014 (en la práctica, duró hasta hace unos días) y comprendía 19,8 millardos de Euros del FMI y otros 144,7 millardos de Euros desembolsados por una entidad constituida a fines del 2012, llamada la Facilidad de Estabilidad Financiera de Europa (EFSF, por sus siglas en inglés, ahora el Mecanismo Europeo de Estabilidad, ESM). No todos estos fondos se desembolsaron. La cantidad final “prestada” a Grecia estaba alrededor de 230 millardos de Euros.
La EFSF era una compañía que estableció la UE en Luxemburgo “para preservar la estabilidad financiera en la unión económica y monetaria europea” mediante la emisión de bonos a tenor de unos 440 millardos de Euros que generarían préstamos a los países con problemas. ¿Entonces qué hicieron con ese dinero? Emitieron bonos para rescatar a los acreedores de Grecia  - principalmente los bancos de Francia y Alemania – mediante préstamos a Grecia. Grecia era un mero conducto para un rescate. No era un receptor de ninguna manera significativa, a pesar de lo que los medios repiten constantemente. De aproximadamente unos 230 millardos de Euros desembolsados a Grecia, se estima que sólo 27 millardos fueron desembolsados para mantener el Estado griego funcionando. De hecho, para el 2013 Grecia tenía un superávit y no le hacía falta ese financiamiento. En consecuencia, el 65 por ciento de los préstamos a Grecia fue directamente a través de Grecia a los principales bancos para pagar intereses, deuda vencida y para la recapitalización de los bancos domésticos demandada por los acreedores. Según otra contabilidad, el 90 por ciento de los “préstamos a Grecia” pasó enteramente por encima de Grecia.
Reveladores como son estos números, todavía omiten el hecho de que, luego que Mario Draghi tomó el mando de Jean Claude Trichet en el BCE a fines del 2011, Draghi arrojó unos 1,2 billones [1,2 x 1012] de Euros de dinero público al sistema bancario europeo para bajar los rendimientos en las Operaciones de Refinanciamiento a Largo Plazo (LTROs, por sus siglas en inglés). Los rendimientos de los bonos bajaron y los precios de los bonos pronto subieron. Esto le encantó a los tenedores de bonos, quienes pudieron vender sus ahora reforzados bonos de LTROs de vuelta a los gobiernos que los habían rescatado recientemente. En Marzo del 2012, el gobierno griego, bajo los auspicios de la troika, lanzó un programa de recompra que le compró a los acreedores, bancos privados y bancos centrales nacionales, a un descuento de 53,4 por ciento del valor nominal del bono. Al hacerlo, 164 millardos de Euros de deuda pasaron de las manos del sector privado a la EFSF. Esa deuda ahora reposa en la facilidad sucesora de la EFSF, el Mecanismo Europeo de Estabilidad, donde causa gran inestabilidad. Así que si queremos entender por qué las potencias combinadas de la eurozona no pueden resolver un problema del tamaño de los sobrecostos de un contrato de defensa de los EEUU, probablemente es de sabios comenzar ahí y no con la sabiduría financiera de griegos corruptos o de amas de casa de Suabia. Como admitió Karl Otto Pöhl, el ex presidente del Bundesbank, todo el asunto “tenía que ver con proteger a los bancos alemanes, pero especialmente a los bancos franceses, de las deudas incobrables.”
Piénselo de esta manera. Si le hubieran dado 230 millardos de Euros a Grecia, habría alcanzado a casi 21.000 Euros por persona. Con tal generosidad, hubiera sido imposible generar una tasa de desempleo de 25 por ciento entre los adultos, de más de 50 por ciento entre los jóvenes, un fuerte aumento de la pobreza en la tercera edad, y casi un colapso del sistema bancario – aún con el paquete de austeridad de la troika en vigor.
Para arreglar el problema, alguien en el centro de Europa va a tener que reconocer la culpa de todo lo anterior y admitir que su dinero no se le entregó a los perezosos griegos sino a banqueros ya rescatados quienes, a pesar del recorte de pelo del valor nominal, terminaron con una ganancia en el trato. Hacerlo, sin embargo, implicaría admitir que al desplazar, muy a propósito, la responsabilidad de los acreedores temerarios a los prestatarios (nacionales) irresponsables, Europa regeneraba exactamente el tipo de nacionalismo mezquino, en el cual los alemanes morales hacen frente a los corruptos griegos, para eliminar el cual se diseñó la UE. Y ese reconocimiento, especialmente cuando la porción de votos de los principales partidos está disminuyendo y los partidos como el Syriza están en ascensión, simplemente no va a ocurrir. ¿Qué va a ocurrir, entonces?
A pesar de que Alemania haya sido un deudor moroso serial que recibió alivio de la deuda cuatro veces en el siglo veinte, la Canciller Ángel Merkel no va a hacer de policía contra rescatar el D-Bank y culpar de ello a los griegos. Tampoco el presidente francés Francois Hollande ni ningún otro. En pocas palabras, las posibilidades de una solución inteligente se desvanecen cada día que pasa, y la inevitabilidad de la salida de Grecia de la eurozona está en ciernes. Es revelador que Tsipras y sus colegas usaron la frase “48 horas” – a veces, “72 horas”- repetidamente, como la fecha límite para obtener un nuevo trato con los acreedores, una vez que se había votado el referéndum. Ese número se refería a cuánto podrían durar solventes los bancos griegos una vez que el partido se pusiera 2-0.
Al momento de escribir esta nota, el BCE no sólo está violando sus propios estatutos al limitar la asistencia de liquidez de emergencia a los bancos griegos, sino que está aumentando el recorte del valor de las garantías griegas ofrecidas a cambio de nuevo efectivo. En otras palabras, el BCE, lejos de ser un banco central independiente, está actuando como el ejecutor del eurogrupo, a pesar del riesgo que eso plantea al proyecto europeo como un todo. Nunca entendimos a Grecia porque hemos rehusado ver la crisis por lo que era – la continuación de una serie de rescates del sector financiero que comenzó en el 2008 y sigue hoy. Es tanto más fácil echarle la culpa a los griegos y entonces sorprenderse cuando se rehúsan a jugar con ese libreto.


viernes, 2 de enero de 2015

¿QUE SIGUE PARA LA REVOLUCIÓN LWILI?

Discusión
Por Jonathan Pinckney, Foreign Policy, 18 de Noviembre de 2014

Traducido por Max Flint

El 31 de Octubre, el presidente Blaise Compaoré, el gobernante por 27 años de Burkina Faso, renunció luego de protestas masivas en las dos mayores ciudades del país. Aunque se informó de incidentes de violencia durante las protestas, incluyendo incendios y vandalismo en el edificio del parlamento de Ouagadougou, la denominada “Revolución Lwili” (llamada así por los tejidos tradicionales que vestían muchos de los manifestantes) era principalmente de resistencia civil no violenta, y aprovechaba las tácticas e imágenes de las protestas de la Primavera Árabe del 2011.
Sin embargo, como muestra la Primavera Árabe, el momento más retador para Burkina Faso vendrá en las próximas semanas y meses. Los líderes de Burkina Faso ya han aprobado un plan de transición y nombrado a un presidente transitorio para guiar las reformas el año próximo, pero hará falta todavía navegar numerosos escollos en esa ruta. Varias transiciones políticas recientes posteriores a campañas no violentas han tenido fallas graves. Los momentos esperanzadores de cambio de régimen en el Medio Oriente han sido seguidos por un conflicto entre comunidades en Yemen y por la violencia y el retroceso autoritario en Egipto. En Ucrania, también, el derrocamiento no violento del presidente Viktor Yanukovych ha sido seguido por una guerra civil. Estos resultados causan perplejidad pues múltiples estudios han mostrado que, en general, las transiciones políticas luego de movimientos no violentos tienden a ser más pacíficas y a resultar en el establecimiento de la democracia. Tienen mejores resultados que las transiciones que siguen a campañas violentas y a transiciones iniciadas por las élites políticas. Entonces, ¿por qué tantas transiciones recientes luego de campañas no violentas se han encontrado con graves problemas políticos?
La respuesta puede  estar en cómo alcanzaron el éxito esas campañas. He analizado cada campaña no violenta exitosa para el cambio de régimen desde 1900 hasta 2006. De esas 87 campañas, 16 lograron el éxito a través de un mecanismo similar al de Burkina Faso. Un golpe de estado liderado por personas de adentro del viejo régimen, militares o civiles, que han tomado el poder supuestamente para apoyar las metas de la campaña. Antes de Burkina Faso, este mecanismo llamó más la atención en los golpes de estado del 2011 y 2013 contra los presidentes Mubarak y Morsi en Egipto. Las campañas no violentas que alcanzaron el éxito a través de mecanismos de este tipo fueron seguidas por gran violencia política en el 50% de los casos, y sólo llevaron a la democracia en el 40% de los casos. Esto contrasta con los mecanismos de éxito más basados en el consenso, que sólo han dado lugar a gran violencia política en 18% de los casos y han llevado a la democracia el 65% de las veces.
Estas diferencias son debidas principalmente a tres factores que caracterizan a estos “golpes de estado para la democracia”: una carencia de consenso político entre las élites del régimen y la oposición, carencia de iniciativa de la oposición y limitado fomento de la capacidad política. Esta combinación privilegia a las élites del viejo régimen, reduce la presión por lograr reformas democráticas, reduce la legitimidad percibida del proceso de transición política y fragmenta a la sociedad a lo largo de divisiones pre-existentes, llevando a una probabilidad mayor de violencia política.
Por ejemplo, el golpe de estado del 2011 del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto, a pesar de llevarse a cabo supuestamente para apoyar las protestas de la Primavera Árabe del país, sirvió fundamentalmente para cementar la posición de los militares relativa a sus rivales, los “capitalistas compinches” en el viejo régimen. Los generales fueron capaces de usar su derrocamiento del presidente Mubarak para enmarcarse como del lado de los manifestantes. Al tomar las riendas a nombre de los manifestantes, los militares fueron capaces de desmovilizar a grandes segmentos de la oposición que se habían unido a las protestas de la Plaza Tahrir pero habían fracasado en desarrollar una capacidad política organizada en el periodo previo al golpe. Esto finalmente llevo a la centralización del poder en los militares egipcios con el ascenso del presidente Abdel Fatah al-Sisi.
Además, este tipo de incidentes tiende a repetirse, con efectos crecientemente negativos. Un golpe militar en Tailandia, inspirado por un movimiento de resistencia civil en contra del primer ministro Thaksin Shinawatra ha disparado un patrón casi continuo de marchas y contramarchas, trastornos políticos extra-institucionales que las élites del régimen, incluyendo los militares, han tratado de resolver a través de la represión y la fuerza. Los ejemplos más resaltantes de esto son la represión de los manifestantes “Camisas Rojas” en el 2010 y el golpe de estado este año por el líder militar Prayuth Chan-ocha.
Estas tendencias provocan serias dudas sobre los resultados a largo plazo en Burkina Faso. Mientras que el derrocamiento del presidente Compaoré por la oposición no violenta es inspirador, el mecanismo que llevó a su derrocamiento es poco probable que lleve a la democratización o la paz interna. En cambio, es probable que en los próximos meses importantes figuras de las fuerzas armadas traten de usar sus nuevas posiciones para concentrar el poder, llevando a un nuevo autoritarismo, quizás aún más duro, y a una inestabilidad política continua y posiblemente a la violencia.
Sin embargo, hay algunas razones para tener esperanzas. En contraste con lo que pasó en Egipto en 2011, los manifestantes en Burkina Faso han permanecido movilizados y mayormente unidos. Han continuado protestando contra el nuevo régimen militar, insistiendo en una transición gobernada por procesos constitucionales y basada en amplios consensos políticos. (En la foto inicial, un manifestante en Ouagadougou lleva una pancarta que dice: “No a la confiscación de nuestra victoria ¡Viva el pueblo!"). Esta negativa a aceptar el golpe militar como una expresión legítima de la visión del pueblo sugiere que los manifestantes están determinados a alcanzar el éxito a través de un mecanismo más positivo, basado en el consenso. La insistencia de los manifestantes en la inclusión ya ha producido un plan de transición de compromiso que los líderes del ejército aprobaron el 14 de Noviembre. El plan asegura que tanto el jefe de estado como el jefe de gobierno interinos sean civiles, y que los líderes de la oposición y de la sociedad civil tienen un rol que desempeñar en seleccionar el presidente del Consejo de Transición Nacional. De acuerdo con este compromiso, el ex embajador ante la ONU Michel Kafando tomó posesión como nuevo presidente de Burkina Faso para la transición, el 18 de Noviembre. Aunque Kafando estaba entre los candidatos seleccionados por los militares para el cargo, es un civil y un diplomático de carrera, de modo que su nominación representa un éxito inequívoco para los manifestantes.
Esto es muy alentador. Las campañas de resistencia civil que emplean mecanismos basados en el consenso tales como negociaciones o elecciones han tenido un historial mucho más positivo. Los registros históricos sugieren que una transición política negociada con una sociedad civil movilizada que haga responsable a la vieja guardia y una mudanza rápida a elecciones democráticas dentro del periodo que indica la constitución de Burkina Faso es la mejor opción del país para lograr un resultado positivo a largo plazo.

Mientras las campañas para cambio de régimen por civiles desarmados siguen remodelando el paisaje político, es crítico entender las dinámicas de tales campañas y sus consecuencias. Las lecciones de la resistencia civil en el último siglo muestran de modo crucial cómo varían sus efectos a largo plazo, y cómo los activistas y los formuladores de políticas pueden influenciar esos resultados hacia una mayor democracia y paz social.